La Corrupción como Sistema
Un análisis estructural inspirado en la Teoría General de Sistemas y aplicado a los casos Gürtel y Ábalos
1. Introducción: contexto personal y base teórica
Tenía alrededor de veinte años. Estudiaba Ingeniería de Telecomunicación en la Universidad Politécnica de Madrid, en la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicación. Allí tuve un profesor brillante, don Fernando Sáenz Vacas, catedrático de Cibernética y Teoría de Sistemas. Años después mantuve trato profesional con él y sigo considerándolo una de las mentes más lúcidas que he conocido. Falleció hace algunos años, pero muchas de sus enseñanzas permanecen vivas.
Sáenz Vacas impartía las clases utilizando, entre otros textos, el libro General Systems Theory del autor norteamericano George Klir. Aquel libro explicaba cómo analizar cualquier sistema, no solo sistemas tecnológicos o biológicos, sino también sistemas sociales, políticos o económicos, utilizando la observación de actividades y comportamientos repetidos para inferir la estructura interna que los hace posibles.
Según Klir, un modelo de un sistema es una hipótesis construida a partir de lo que el sistema hace, no de lo que dice que hace. Si observamos qué actividades realiza un sistema, con qué frecuencia las repite, con qué relaciones internas se articulan y qué resultados producen sistemáticamente, entonces podemos inferir la topología y los mecanismos internos que lo sostienen.
Esa forma de pensar me ha acompañado toda la vida. Y desde esa perspectiva quiero plantear aquí un análisis: la corrupción política en España no es una colección de episodios aislados, ni un conjunto de accidentes o desviaciones personales, sino un sistema organizado, con estructura funcional estable, roles definidos, procesos repetibles y mecanismos de protección diseñados para permitir su continuidad.
Este artículo no es un panfleto político, ni un juicio moral, ni una acusación penal. Es un ejercicio intelectual basado en teoría de sistemas, construido desde datos públicos y patrones observables. Y todo lo que se afirme sobre la identificación de roles en casos reales debe entenderse estrictamente como hipótesis razonables, amparadas por la presunción de inocencia, hasta que exista sentencia firme.
2. Modelo hipotético del sistema de corrupción
Si aplicamos el enfoque de Klir y analizamos los patrones repetidos en múltiples casos judiciales de corrupción, encontramos un esquema operativo recurrente. Independientemente del partido, del territorio o del momento histórico, las actividades observables presentan un orden estructural muy similar. A partir de ellas puede inferirse la siguiente arquitectura funcional:
2.1. Roles estructurales del sistema
• El jefe
Figura con poder real de decisión política, capacidad de control jerárquico y legitimidad para autorizar operaciones. Nunca aparece directamente en los contratos ni en el flujo financiero.
• Pivote interno del partido
Persona con capacidad operativa dentro del aparato político, control sobre áreas administrativas y acceso a información sobre presupuestos, proyectos y decisiones estratégicas.
• Pivote externo
Intermediario con contacto directo con empresas y operadores económicos. Es el enlace que articula la generación y movimiento del dinero.
• Intermediarios y testaferros
Unos negocian, otros camuflan. Sociedades instrumentales, consultoras ficticias o identidades pantalla utilizadas para recibir y distribuir fondos sin rastros directos.
2.2. Procesos funcionales
• Captación de empresas
Parte del sistema encarga a alguien presentarse ante empresas, describir la oportunidad y explicar el mecanismo y sus niveles de protección.
• Identificación de oportunidades
Localizar contratos de alto volumen —infraestructuras, transporte, obra pública, compras sanitarias— donde pueda incluirse una comisión significativa sin despertar sospechas inmediatas.
• Diseño de la operación
Definir porcentajes, vías de entrada y salida del dinero, facturación ficticia, consultorías inventadas o sobreprecios.
• Recepción y distribución del dinero
Primera parada: testaferro o sociedad instrumental. Reparto posterior: partido político, decisores y operadores.
• Control contable interno
Registro privado y confidencial del número de operaciones, importes, fechas, empresas, testaferros y distribución final.
2.3. Mecanismos de protección
• Capas estancas
Si la justicia detecta una parte, el resto permanece aislado y protegido.
• Relevo automático
Cuando cae una pieza, otra la sustituye sin alterar la continuidad del sistema.
• Narrativa política y mediática
Guiones coordinados para minimizar impacto, dispersar responsabilidad y diluir autoría.
• Protección a los corruptores
Las empresas no participan sin garantías internas de seguridad y continuidad.
3. Aplicación del modelo a dos casos concretos
(Hipótesis razonadas, bajo presunción de inocencia)
A la luz del modelo anterior, analicemos dos casos ampliamente documentados y mediáticos: Gürtel (PP) y Ábalos / Caso Koldo (PSOE).
3.1. Caso Gürtel
Todo el patrón sistémico está presente: intermediación, empresa captada, desviación, reparto, contabilidad y capas de protección.
3.2. Caso Ábalos (Caso Koldo)
De nuevo, la estructura lógica y los roles son idénticos a los de Gürtel.
Y si con partidos distintos, líderes distintos y momentos distintos se repite exactamente el mismo mecanismo, la conclusión sistémica es inevitable:
Cuando los patrones se repiten, no estamos ante coincidencias, sino ante la manifestación visible de un sistema subyacente.
4. Conclusión
La corrupción en España no es una anomalía, sino una arquitectura funcional estable. Las piezas cambian, pero el sistema permanece. Los individuos pasan, pero el método continúa.
El lector puede completar lo que falta:
- otras empresas,
- otros operadores financieros,
- otras capas,
- otras oportunidades.
- Y la reflexión final es sencilla:
Si algo ocurre repetidamente durante 40 años, bajo gobiernos de colores opuestos, en ministerios distintos y con mecanismos idénticos, ya no puede llamarse accidente. Es un sistema.
Y en un sistema, la pregunta clave nunca es quién ejecuta, sino quién dirige.
Pero si la corrupción es un sistema y no una desviación individual, entonces las soluciones también deben ser sistémicas. No basta con condenar a los operadores visibles ni con cambiar nombres en las listas electorales.
Un sistema no se desmonta con indignación moral ni con rotación de élites: se desmonta modificando las estructuras de incentivos, eliminando los mecanismos de impunidad y rompiendo las capas de protección que permiten su reproducción.
Mientras la arquitectura permanezca intacta, las piezas seguirán ocupando sus posiciones. Y el sistema continuará operando bajo nuevas siglas, nuevos rostros y nuevas narrativas, porque esa es su función: perpetuarse.
Referencias bibliográficas
Klir, George — General Systems Theory: Problems, Perspectives, Practice.
Sáenz Vacas, Fernando — Información, comunicación y sistemas.
Von Bertalanffy, Ludwig — General System Theory.
Referencias documentales públicas
Sentencia Tribunal Supremo 424/2018 — Caso Gürtel.
Auto de la Audiencia Nacional — Caso Koldo (2024-2025).
Comentarios
Publicar un comentario