Una vivienda no es una familia
La Unión Europea se ha presentado durante años como un gran proyecto de unión, uniendo países y culturas bajo un mismo techo. Pero, ¿realmente estamos construyendo una familia o simplemente compartimos una casa? En el fondo, Europa no es una sola familia. Es más bien una casa con dos familias muy diferentes: una al norte, con raíces en el calvinismo y una visión más pragmática y estructurada; y otra al sur, con tradiciones católicas y una forma más social y comunitaria de ver la vida. El problema es que, al intentar unir estas dos familias bajo un mismo techo, no se ha tenido en cuenta que son dos familias diferentes, con valores y prioridades distintas. Es como si pensáramos que, solo por compartir una casa, ya somos una familia. Pero la realidad es que, si no se reconoce y respeta las diferencias, la casa se convierte en un lugar de tensiones y conflictos. Este no es el primer intento de unir a estas dos familias. A lo largo de la historia, ha habido varios intentos de construir una ...